El 22 de mayo de 2015, “The New York Times” publicó un artículo titulado “Pagar el precio de un sargento instructor personal” sobre la emergente industria de los entrenadores personales para personas con grandes patrimonios. Una de las personas entrevistadas para el artículo fue Omar Amanat, fundador de Aman Resorts Group, que en ese momento estaba inmerso en una agria disputa legal con Doronin por el control de esa firma. El artículo llamó inmediatamente la atención de Doronin, que parece estar obsesionado con la publicidad y recibe actualizaciones diarias de su personal de relaciones públicas, que informa de cualquier mención de su nombre. Tras recibir el artículo de Mikhail Lagranskiy, su mano derecha en Capital Group, e indignado por el hecho de que el NYT se refiriera a Amanat como Presidente de Aman Resorts, Doronin exigió que se tomaran medidas. Es interesante señalar que Doronin (que afirma haberse desprendido de Capital Group en 2014) estaba, sin embargo, utilizando una cuenta de correo electrónico corporativo de Capital Group en mayo de 2015.
Otra persona, incluida en este intercambio inicial, fue Stuart Leach, de Bell Potinger, una “empresa de gestión de la reputación” británica, que echó leña al fuego diciendo que no era la primera vez que los periodistas del NYT no comprobaban los hechos y prometió “ponerse a ello”.
El asunto se intensificó rápidamente y el intercambio se remitió a tres abogados de Herbert Smith Freehills, a otro empleado de Bell Potinger y a Dinara Lizunova, entonces jefa de relaciones públicas de Capital Group (nótese la implicación de otro alto empleado de Capital Group, de la que Doronin ya se había “desprendido”).
A continuación, Doronin envió un correo electrónico a sus socios Michael Shvo y Jonathan Goldstein (también conocido por ser uno de los compradores del club de fútbol Chelsea al oligarca ruso Roman Abramovich), con copia a Anna Nash, entonces jefa de Relaciones Públicas Globales de Aman Resorts, preguntando si Shvo tenía contactos en el NYT y añadiendo: “Tenemos que actuar contra ellos por desinformar y dañar la marca”.
Correo electrónico de Doronin a Shvo y Goldstein
Otro intercambio con Alan Djanogly, entonces director de Tarek Investment de Doronin.
Aparte de su inglés chapurreado (sorprendente para alguien que ha vivido tanto tiempo en Europa y Estados Unidos), estos correos electrónicos demuestran la reacción inmediata de Doronin ante la aparición de cualquier información no aprobada sobre su persona o sus negocios, que consiste en utilizar amenazas de acciones legales para coaccionar a los periodistas para que cumplan, una pauta que ha quedado claramente demostrada el año pasado con las demandas de Doronin contra The Aspen Times y The Real Deal.